En el pasado curso 2017/2018, trabajamos a nivel Pastoral un documento sobre la Iglesia en Salida. Valorando y analizando en nuestros respectivos grupos los pros y los contras de nuestra actual Unidad Pastoral. Tras esa asamblea, votamos los presentes, dejando dos objetivos a trabajar durante el año para cada dimensión: comunión, celebración, anuncio y servicio.
En esta segunda asamblea, hemos querido recordar estos objetivos y destacar las metas conseguidas y aquello que todavía debemos trabajar para poder conseguirlo.

Tras lo compartido en la asamblea, nos queda preguntarnos cuanto amor ponemos en nuestra vida y si nos entregamos a los demás desde ese amor: en el servicio, en la entrega, en nuestras diferentes realidades… Bañar todo de AMOR, con mayúsculas, del amor de Dios. ¿Y qué debemos hacer con todo ello? Testimoniarlo, anunciarlo, vivirlo junto a los demás. La mejor forma de demostrar que estamos en el camino es dejar huella con nuestro testimonio a cada paso que damos, sino todo lo que hablamos no sirve ni llega a ningún lado.
Por eso, tras un día tan bonito como el de hoy, en el que hemos compartido con la comunidad nuestras alegrías y nuestras preocupaciones, os animamos a que sigáis viviendo y construyendo la Unidad Pastoral cada día.


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