En la Biblia y en el refranero encontramos elogios de la ancianidad. Hoy han cambiado las cosas. Con frecuencia oímos: ¿“Qué va a decir ese viejo”? Sin embargo necesitamos su sabiduría y su testimonio. Os presento a Ángel. Tiene 102 años. Vive en Paseo San Vicente. Ya no puede unirse a nuestras celebraciones, pero recibe todos los viernes la Eucaristía. La frase: “Son muchos años, Padre” que repite cada viernes que le visito, no es un lamento sino un modo de agradecer que la vida haya sido tan generosa con él.
La paz y serenidad que trasmite no es un fruto espontaneo sino el trabajo de años vividos de cara a Dios. Hombres como él son un tesoro para la familia y para la Iglesia y debieran servirnos de ejemplo a todos.

Eugenio López Rojo CM – Vicario Pastoral


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