Hermanos y hermanas, miembros del Pueblo santo de Dios que peregrina en Valladolid,
laicos, pastores y consagrados:
Recibid mi afecto y ánimo para vivir este tiempo de Cuaresma y Pascua que comenzamos.
La convocatoria sinodal nos invita a participar en la comunión y misión de la Iglesia desde el
misterio que somos: bautizados, ordenados y comulgantes de la Eucaristía.
Este tiempo litúrgico nos convoca a la revisión de la vida cristiana y nos ofrece la renovación
de las promesas bautismales y de ordenación y la celebración del Misterio Pascual –despliegue del
Domingo – como propuesta para renovar nuestra vida y también la vida de la Iglesia en el permanente
envío a la misión.
En el itinerario sinodal se realizan muchas propuestas de cambio eclesial, pero ninguna
tentativa de reforma de la Iglesia puede centrarse solo en cambiar algunas estructuras, artículos del
Catecismo o del Código. Su fecundidad y vitalidad dependerán de la renovación espiritual y
existencial de todos nosotros desde una fe intensamente vivida personal y comunitariamente.
Os adjunto dos recientes intervenciones del papa Francisco, el Mensaje de Cuaresma y el
discurso a los participantes en el Encuentro “Pastores y Laicos” celebrado en Roma.
En la oración de Laudes de hoy, Miércoles de Ceniza, pedimos ya el Espíritu Santo, que se nos
dará en plenitud en Pentecostés. Mantengamos la invocación a lo largo de estos casi cien días para que
el Espíritu nos ilumine y fortalezca en este tiempo de búsqueda misionera.
¡Veni lumen cordium!
Un abrazo fraterno con mi bendición
Valladolid 22 de febrero de 2023, Miércoles de Ceniza
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