“Que sean uno en nosotros […] para que el mundo crea” (Jn 17,21).
La tarea de anunciar el Evangelio es misión de todos los miembros de la Iglesia, porque somos discípulos misioneros, cada uno según la vocación que ha recibido del Señor. Esta llamada no es algo que podamos hacer a título individual, aislados unos de otros. Necesitamos avivar el gozo y la alegría de caminar juntos, de ayudarnos y animarnos en la misión. Necesitamos nuestra parroquia.
No hay parroquia perfecta sino parroquia en constante construcción, siempre en crecimiento bajo el soplo del Espíritu. Somos una comunidad viva que se edifica día a día con el compromiso y la entrega de cada uno de sus miembros. Pese a nuestras diferencias y ante las dificultades que surgen, construimos una comunidad que refleja el amor de Cristo, apoyándonos mutuamente y creciendo en la fe. Lo que cada uno hace, contribuye a edificar una parroquia viva, que crece y se transforma para ser testimonio de unidad y servicio.
Seamos parte activa de esta construcción, para que juntos hagamos de nuestra parroquia un auténtico reflejo del amor de Dios en el mundo.
José Francisco Orozco C.M. – Párroco
Puedes ver el video de su presentación en este video:
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