Esta pasada noche se ha celebrado en la Parroquia de la Milagrosa, a cargo de la Asociación ASALVO la cena de Navidad para sus usuarios.
Langostinos y queso, sopa de pescado, pollo asado, tarta y dulces navideños conformaron el menú ofrecido este martes por la asociación estudiantil Asalvo
Enrique y José son vallisoletanos de «toda la vida» y hoy comparten un cuartucho en un piso alquilado a personas que como ellos llevan años malviviendo bajo el pesado yugo del paro con el subsidio mínimo de 430 euros, un salario que «malamente te da para comer y pagar lo justo por un techo». Los dos hacían cola en la noche de este martes bajo la lluvia, junto a un centenar largo de pacientes comensales con situaciones parecidas, o peores, a las puertas del comedor de La Milagrosa, en cuyo interior les esperaba una más que digna cena navideña que la asociación estudiantil Asalvo lleva siete años ofreciendo a todas aquellas personas sin recursos que cuatro noches a la semana (martes, jueves, viernes y domingo), a las puertas de la estación de autobuses, reciben no solo comida sino también ayudas para afrontar gastos cotidianos y «mucho cariño» de los alumnos de la Escuela de Artes, los institutos Zorrilla y Condesa Eylo y el colegio Lourdes, cuyos estudiantes forman parte de esta iniciativa solidaria.
Enrique, de 58 años (diez de ellos sin trabajar), y José, de 61 (cumple cuatro en el paro), jamás hubieran imaginado verse allí anoche, pero «estos es lo que hay y gracias a personas como estos chicos podremos cenar y pasar un rato agradable». El primero trabajaba en labores de mantenimiento y el segundo era camarero hasta que la crisis y los avatares de la vida les dejaron con lo puesto. «He estado siete meses durmiendo en el albergue, cuando he tocado fondo, aunque ahora, al menos, encontré una habitación», apunta Enrique antes de lamentar que con su edad «resulta prácticamente imposible volver a trabajar: Haces entrevistas, sí, pero en cuanto ven los años que tienes te vuelves a casa con el ya te llamaremos». Y hasta hoy. Su ahora compañero de piso, José, sonríe al afirmar que en últimamente, al menos, «podemos pagar la luz y el agua e ir tirando más o menos con la comida».
Facturas, viajes y otras ayudas
Más de un centenar de vidas rotas como las suyas se sentaron este martes a la mesa del comedor social de la calle Huelva (Delicias), enclavado en la parroquia de La Milagrosa y al que acuden muchos de ellos a comer los domingos y festivos. Este martes los camareros, una veintena de estudiantes de los centros educativos que participan en el proyecto Asalvo, a los que muchos conocían de la calle San José, fueron los encargados de servir una cena cocinada por las voluntarias que dirigen esta ONG fundada en 2010 y que «se nutre de donaciones de un sinfín de empresas y negocios particulares». Entre todos lograron que un grupo de personas sin recursos, prácticamente sin ninguno, «olvidarán por una noche sus más que complicadas vidas».
«Con el subsidio mínimo de 430 euros malamente te da para comer y pagar lo justo por un techo»
Langostinos y queso, sopa de pescado, pollo asado, tarta y dulces navideños conformaron un menú navideño servido por los jó
venes de Asalvo con el mismo cariño con el que cuatro noches a la semana atienden a los más desfavorecidos junto a la estación de autobuses. Y no solo para ofrecerles comida. «Hemos ido creciendo y ahora atendemos cuestiones diarias como la reparación de una caldera o de una lavadora, pagamos billetes de autobús si necesitan hacer algún viaje urgente o facturas del dentista…», destaca María Jesús Fournier, directora de Asalvo, que hoy celebra su desayuno solidario en el Instituto Zorrilla para recaudar fondos para sus programas.
Contacto: @ASALVO_VALLA https://sites.google.com/site/asalvoescuela/
Fuente: https://www.elnortedecastilla.es/valladolid/centenar-personas-recursos-20181218221525-nt.html
0 comentarios