LA PIEDRA Y EL HOMBRE
«El distraído, tropezó con ella,
El violento, la utilizó como proyectil,
El emprendedor, construyó con ella,
El campesino, cansado, la utilizó de asiento,
Drummond, la poetizó,
David, la utilizó para derrotar a Goliat,
Y Miguel Ángel, le sacó la más bella de las esculturas.
En todos los casos la diferencia no estuvo en la piedra, sino en el hombre…»
El nuevo año es el mismo para todos, depende de nosotros lo que hagamos con él.

EL LABRADOR Y LA SIEMBRA
Cuando el labriego terminó de sembrar se dirigió a la tierra y le hizo esta pregunta: ¿Qué me darás? La tierra le contestó: Lo que tú me des. Si tú me cuidas, abonas y eliminas las malas hierbas, te daré una cosecha abundante. Como el labriego también cada uno de nosotros le podemos preguntar a 2020: ¿Qué me darás? Él responderá: Lo que tú me des. Para que sea un año fructífero tendrás que darme trabajo, ilusión, constancia. Desde cada grupo parroquial pongámonos a trabajar ya desde el principio para que al final la cosecha sea abundante.


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